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Según la historia, qua hace mucho tiempo, los habitantes de burgo, que no han ganado, iban a las ferias para comprar los animales que usted desee. En la feria, había ganado bueno y menos bueno. La verdad es que los criadores u contratistas de res, cuando tomaron sus ovejas de la feria, tenía la intención de venderlo al mejor precio y, en el caso de que parecía muy grasos, practicaba poner sal en la hierba, el hecho de que requiere el ganado a beber agua en abundancia.

En la feria, la ganadería apareció con un vientre lleno de agua y mucho pesado, pareciendo de verdad tratados bien, muy grasos. Los hechiceros, que no eran conscientes de la maña que compraron los auténticos balones del agua y cuando engañado en dicho a la buena forma del Minho: “Qué gran, Foda!”

A lo largo del tiempo, la palabra – Foda fuera, y el plato se llama ahora, Foda.

De tal manera, que es a menudo por las fiestas (Pascua, Tiempos de Santos Patronos, Señora das Dores, Cuerpo del Señor y Fin de Año), oye mujer del Minho decir: “Oh, María ya cocinaste el Foda?” En otras palabras, ya cocinaste el cordero a la moda del Monção, en un recipiente de arcilla, llevado al horno de leña.